Wednesday, May 17, 2017

Documental sobre Ucrania: «El año del caos»




Cuando empezó todo el embrollo ucraniano del Maidán, sobre todo desde la huida del presidente Yanukóvich, y hasta que se empezó a estancar la subsiguiente guerra civil, es decir, desde febrero hasta junio del 2014, estuve siguiendo todas las noticias al día, a ratos incluso al minuto, de manera casi febril; y lo hice, sobre todo, siguiendo blogs y cuentas de Twitter de periodistas que se hallaban sobre el terreno. Algunos de ellos eran Alberto Sicilia (@pmarsupia, que hablaba en La Sexta), Pablo González (@pabvis, de Gara), Carlos Franganillo (@cfranganillo, en ese momento corresponsal de TVE en Moscú), Mikel Ayestaran (@mikelayestaran)... y Ricardo Marquina (@rusiasemueve), que en un momento dado empezó a contar que estaba preparando un documental. Desde entonces, de vez en cuando echaba un vistazo a ver si lo tenía terminado... y me medio olvidé bastante tiempo, hasta que, no hace mucho, volví a buscarlo y encontré que estaba en Youtube desde mediados del 2015. Yo pensaba que saldría, si no en DVD, al menos en alguna plataforma de pago, y estaba dispuestísimo a gastarme lo que costara, la verdad. Pero no: está en el Youtube, entero y en alta definición. Lo vi entonces, volví a verlo ayer con mi amigo Edwin, que era medio escéptico y le gustó mucho también, y hoy decidí compartirlo con todos buzotros.

Me hizo mucha ilusión verlo por dos razones. Una, que salen varios periodistas que conozco: los mencionados Franganillo y González, Xavier Colás (de El Mundo), Leticia Álvarez, todos ellos personas que llegué a sentir casi como viejos conocidos de vez en cuando, aunque casi nunca interactuase con ellos. Dicho así puede sonar un poco raro, pero piénsalo: ¡leí cada palabra que escribían públicamente durante meses! No sólo tuits, sino también sus artículos, blogs y vídeos. Y aprendí muchísimo con todo ello: sobre periodismo, sobre Ucrania y Rusia, sobre geopolítica, sobre propaganda y polarización de la sociedad... Por cierto, a Alberto Sicilia, que desafortunadamente no sale en el documental, me lo encontré en septiembre del 2015 en una estación de Budapest llena de refugiados y me hice una foto con él y todo, en plan fan total. Y Pablo González dio una conferencia con el fotógrafo Juan Teixeira a veinte minutos de mi casa que me perdí porque me enteré tarde (contentito quedé ese día).

La segunda razón es que es justo como me esperaba: maravillosamente neutral. Y digo que me lo esperaba porque es lo mismo que vi en ellos durante todos esos meses; cada uno tendría su opinión y de vez en cuando debatían, pero en lo referente a hechos y datos, la objetividad era impecable. En el documental, por ejemplo, sale una persona diciendo que lo de Kiev no fue un golpe de estado justo antes de otra que dice que sí se lo pareció. Sale un bombardeo de posiciones civiles, en principio de autoría dudosa, que luego se demuestra claramente que venía del ejército ucraniano, y un rato más tarde sale otro igual, en otra ciudad, pero que vino del lado prorruso. Te cuenta, mediante entrevistas a periodistas en set y a civiles a pie de calle, y exclusivamente con material grabado por el propio Marquina, cuánto hay de putinesco en la supuesta invasión y con cuánto apoyo local cuenta esa invasión. Los grandes periódicos españoles sólo se obsesionaban con Putin, y hablaban del «régimen» de Yanukóvich y del «Gobierno provisional» de Kiev; quería ver yo, si pasara en Berlín lo mismo que en el Maidán, si hablaban del «régimen» de Merkel y llamaban de la misma manera al grupo de manifestantes que hubiera tomado el Reichstag. Alguno me dirá que en esos grandes medios también trabajan periodistas, incluso los que yo seguía; valga como respuesta lo que el propio Marquina dijo a Efe, con negrita mía:
¿Por qué periodistas? Porque me consta que, de los que están ahí, ninguno miente. Cuentan lo que ven, luego a veces los medios pueden tergiversar, pero ellos son gente de la que me fío, que me merecen todo el respeto porque han arriesgado su vida.
Espero que os guste el documental.


Algunos nombres que quizá pillen a alguno desorientado:

Yanukóvich: antiguo presidente, derrocado.
Partido de las Regiones: el de Yanukóvich.
Berkut: unidad especial de la policía ucraniana, disuelta 2 días después de que escapara Yanukóvich.
Rada: parlamento ucraniano.
Guardia Nacional: cuerpo militar creado porque, según la Constitución ucraniana, el ejército no puede disparar contra ciudadanos ucranianos.
Donbass: llanura del río Don, que tiene una parte en Ucrania y es justamente donde están las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.
Novorossia o Nueva Rusia: nombre histórico de la parte sureste de Ucrania.
Hasta la vista, separatista: temazo que ojalá fuera canción del verano.

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